LA ENERGÍA DEL RESPETO.
Es muy claro que en estos momentos de tribulación y limpieza planetaria estamos viviendo todos en diferentes dinensionalidades, es decir en distintos estados de conciencia (3D, 4D y 5D), así también como otros seres como los animalitos y plantas que conviven con nosotros en nuestro día a día también lo están.
Y con esto quiero decir que cada quien está consciente o inconscientemente en su propio proceso diario a través de su perspectiva única de sí y del mundo.
Cuando generamos una opinión sobre cómo vemos el mundo y la otra persona no la acepta, no debemos entrar en discusión (polaridad de bueno/malo) si no que más bien debemos respetar cada opinión porque es única de quien la genere (aunque parezcan repetidas de boca en boca, socialmente hablando). Así como también no debemos menospreciar nuestro punto de vista, que también es válido, porque es así como vemos el mundo que nos rodea hoy.
Para ponerlo en un ejemplo simple y que se entienda mi punto, imagínese encontrarse ahora mismo en el patio de una escuela, allí también se encuentran niños, adolescentes y maestros con toda clase de pensamientos bien diferenciados. Usted hablará y se expresará de una manera diferente con el niño de 7 años, con el adolescente de 14, y con el maestro de 30 años.
Y esto por qué? Porque cada uno posee un nivel de conciencia y un aprendizaje muy distinto según la edad, no porque lo haya querido a propósito, si no simplemente porque las circunstancias de la vida y la maduración llevan a cada uno a ser, pensar y actuar en su propio nivel de conciencia.
Y si usted quiere hacerle entender a un niño pequeño que usted es primero un espíritu antes que un cuerpo físico, le va a resultar muy difícil que éste lo entienda a la primera explicación. De alguna manera deberá traducir esta información con dibujitos de colores para que el niño de alguna manera lo pueda visualizar.
Bueno, lo mismo estaría sucediendo cuando una persona formada por ejemplo en la conciencia espiritual intenta conversar con una persona, aunque sea de su misma generación, sobre un tema al que la otra persona no le llegó en aprendizaje o en maduración espiritual.
Es difícil, y es muy real y diario. Y hay que tener ciertos cuidados de no ofender el ego o la racionalidad de las personas que no están en la misma frecuencia, porque cada quien está en su propia limpieza física/emocional/mental, y esto provoca innecesarios malentendidos y discusiones.
Entonces, con todo esto quiero decir que es muy necesario el respeto tanto hacia el nivel vibracional de la otra persona, como a nuestra propia energía de pensamiento. Respetar y respetarse. No imponer! No enfadarse! No caer en la polaridad, vuelvo a insistir, "en que lo que yo digo está bien", o "en lo que el otro dice es correcto"... porque todo dependerá del punto de vista y las circunstancias en la que se vea cada situación.
Y las discusiones a demás de quitarnos tiempo valioso, nos quitan energía... El tratar de que la otra persona piense como nosotros: nos quita energía! A demás que no nos corresponde interferir en su libre albedrío.
Entonces, en mi aprendizaje personal, les puedo recomiendar ver desde la conciencia superior qué nos quiere mostrar (enseñar) cada situación, y evaluar desde una mente fluida y conectada al corazón antes de hablar o accionar, recordando que cada movimiento en nuestro tablero de juego diario tiene eco en la regilla planetaria...
Hoy más que nunca se aplica la bien conocida frase: "todo es cuestión de perspectiva".
Atte. Gisele Salgado.

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