Libro

 Libro autobiográfico de vidas pasadas: "Shindava en la Tierra".

 Quisiera presentar abiertamente mi libro quien contiene memorias desde la antigua Lemuria hasta la actualidad, pasando por emociones y aprendizajes de todas estas eras...


CAPÍTULO 1
 Buen día! Me presento: mi nombre es Gisele, pero algún día volveré a ser Shindava... Cómo es esto? Bueno, resulta que mi alma en su 12ava dimensión se llama Shindava.
 Ella decidió, desde su lugar de origen: la estrella de Arcturus, generar aprendizajes basados en la experiencia en la Tierra, nuestra querida Pachamama. Entonces me envió en los inicios de las civilizaciones, cuando se formó la antigua Lemuria.
 En ese entonces fui sacerdotisa. Kintara era mi mombre y mi labor se basaba en el aprendizaje y dominio de la energía en conjunto con nuestros hermanos los cristales. Mis mayores recuerdos se centran en lograr equilibrar la energía a través del cuarzo cristal.
 Recuerdo una cueva, no muy grande pero quien en sus paredes contenía incrustado cientos de cristales, en su mayoría cuarzos cristal, y al centro un enorme y pesado cuarzo de puntas obelisco de la que éramos custodia junto con dos sacerdotisas más.
 Así como nosotras existían en Lemuria muchísimas sacerdotisas y sacerdotes, sabios, que se encargaban de distintas áreas. Algunos cuidaban templos, otros cristales, otros los seres vivos, y así la lista se vuelve larga.
 Todos nosotros vinimos desde nuestras estrellas y planetas de origen a experimentar la quinta dimensión que nos ofrecía nuestra madre tierra: Gaia.
 Los días eran en convivencia con la naturaleza, y éramos Uno, en el sentido de unidad en amor con todos los otros seres y reinos del planeta (animal, vegetal, mineral...). Pero la codicia, el poder y ego invadieron muchos corazones y esto llevó a un inminente cataclismo del que muchos no se pudieron salvar. Algunos pudieron refugiarse con tiempo en la cuidad intraterrena de Telos, otros, sabiendo lo que pasaría, nos quedamos a sostener la energía para que nuestros hermanos no bajaran tanto su vibración generando traumas que arrastrarían inconscientemente a otras vidas.
 Mi último recuerdo en esa vida fue mirar a mis dos hermanas sacerdotisas junto a mí rodeando el gran cristal de la cueva, sosteniendo la energía del cristal y siendo arrastradas al fondo del océano por el agua que inevitablemente arrasó con todo a su pasó...
 No me fui triste... porque estuve acompañada hasta mi último aliento!... porque de esa vida aprendí mucho y decidí volver a seguir haciéndolo.
          Gisele - Shindava.

CAPÍTULO 2
 Mi segunda reencarnación en la Tierra luego del hundimiento de Lemuria fue como princesa sirena. Mi nombre era Keilisail, o al menos sonaba parecido. Es difícil a veces pronunciar un nombre que está en otra lengua.

 De esta vida no tengo demasiados recuerdos, y muy posiblemente sea porque el viaje de lo aprendido allí no me dejó pendientes que sanar en esta vida. Pero lo poco que recuerdo hace referencia a un castillo de piedra en el fondo del océano, donde mi madre la reina, una sirena robusta, rubia, de cabello largo y muy justa, reinaba buscando siempre la paz entre sus súbditos.
También tenía hermanas mayores, lo que me dejaba a mí como la más pequeña del grupo.
Siendo tan sólo una joven sirena estuve a cargo de un gran cristal en forma de perla que era del tamaño de la mitad de mi cuerpo. Este cristal junto con otros más mantenían el equilibrio energético de todo el basto reinado de mi madre, y cada cristal poseía una guardiana que podía controlarlo para el bien mayor.
 Como mencioné, no tengo muchos recuerdos, tan sólo imágenes difíciles de describir en palabras que formen una redacción, pero sí recuerdo fugazmente la secuencia de imágenes de Keilisail tomando el gran cristal, posiblemente de cuarzo por su color blanco traslúcido, y todos en su reino evacuando por el cataclismo que hundió a Atlantis, años más tarde del que sucedió en Lemuria.
Keilisail no murió ese día. Todos fueron refugiados lejos de su hogar esa noche, y ella juró proteger con su vida ese bellísimo cristal para siempre.
      Gisele- Shindava.

CAPÍTULO 3
 Desde allí, Lemuria y Atlantis, otras reencarnaciones fueron sucediendo, con la promesa de ayudar a mi amada Tierra-Gaia y para aprender mucho más hasta el momento de su ascensión a la quinta dimensión.
 En el antiguo Egipto fui esposa y madre de un pequeño hijo, pero también hechicera. Tal vez no era conocida, pero trabajaba de ello y era conocedora del arte de la magia antigua. En sueños tan sólo he tenido flashes de esa vida, pero nada más explayado que contar de allí…
 En la edad media, o por lo menos eso estimo por las vestimentas de mi visión, fui una bruja blanca. Vivía en una pequeña colina con una humilde cabaña, junto a un pozo de agua. En esa época debía esconder mis poderes porque las mujeres acusadas de ser brujas eran quemadas vivas. Pero me enamoré perdidamente de un caballero que custodiaba el castillo del lugar. Y él se enamoró de mí. Y nos veíamos a escondidas porque él supo en seguida quién era yo. Así estuvimos un buen tiempo, escondiendo a la vista de todos nuestro amor, pero disfrutando los momentos juntos en mi pequeña colina alejada de todo y de todos.
 Un día me vinieron a buscar, me acusaron de practicar la brujería y me ataron a un poste de madera. Yo sabía bien que esto podría pasar y lo único que deseaba era que no lo descubrieran a él porque así moriría conmigo, y yo no quería eso para mi caballero.
Ese anochecer fue la última vez que lo vi, con lágrimas en los ojos y sin poder hablar… Fui quemada viva por practicar el arte de sanar con la magia de la naturaleza… porque el hombre en esa época no podía entender cómo una mujer podía tener poder en sus manos, aunque tan sólo fuera para sanar.
     Gisele - Shindava.


CAPÍTULO 4
 En otra época, fui un caballero de brillante armadura, quien tuvo en una cruzada un encuentro cercano con extraterrestres. Les cuento brevemente. Una tarde subiendo en la cima de una montaña, solo y cansado de un largo día de tanto andar, aparecieron dos grandes seres que no eran de esta Tierra para darle un mensaje, a éste, mi caballero sin nombre de momento. Justo cuando fue entregado este mensaje, apareció un compañero de batalla y se espantó tanto que quedó inmovilizado por un momento y al poder moverse sacó su espada para defenderse de lo que parecía un ataque (lo que siempre se cree cuando se ve algo extraño), entonces mi caballero se apresuró a detenerlo explicándole que no venían como amenaza si no para dar un mensaje, y en un parpadeo éstos dos seres se fueron.
 El mensaje era de amor y progresión para la humanidad, no podría decir cuál era exactamente pero hacía referencia a ello.
 Y los caballeros siguieron su curso, pero mi caballero desde ese momento no volvería ser el mismo…
De allí hasta mucho más adelante no tengo mayores recuerdos hasta llegar al 300 d.c. aproximadamente. Ese será el capítulo más largo porque traerá el último recuerdo y el que más me marcó hasta el día de hoy...
      Gisele - Shindava.


CAPÍTULO 5
 Esta historia comienza con un breve intento de por fin despertar, y por supuesto mucha curiosidad.
A mediados del año 2018 empecé a sentir que debía haber más, más cosas de las que no sabía sobre mí misma y sobre el Todo. Fue así como di con un grupo de facebook de energía, magia y sanación, donde conocí mi primera maestra espiritual. Con ella aprendí a abrir mis registros akhásicos, es decir, mis registros de vidas, todo lo que he hecho, sentido y pensado a lo largo de todas mis vidas terrenas.
 Al principio sentí muchísima curiosidad sobre mis vidas pasadas al entrar en los registros, pero como siempre creí en la reencarnación, sólo era cuestión de explorar.
 Empecé a ver algunos imágenes en forma de flash, o mejor dicho como si fuese una foto, como por ejemplo cuando viví en la era medieval como bruja blanca y el amor de mi vida quien era un guardia del castillo (no me pregunten de qué castillo, porque la verdad no lo logré ver en detalles, pero era un gran castillo). También pude entrever otros asuntos dolorosos como la pérdida de un ser querido en una cabaña (en épocas antiguas de la colonización), y personas abusivas que debía perdonar para liberar en esta vida ese sufrimiento y finalmente dejarlo ir...
 Un día, abriendo mis registros me doy con la sorpresa de que fui Santa Lucía. Y lo digo de esta manera ya que para mí fue una impactante e intensa novedad. En ese momento no sabía casi nada sobre ella, su vida o su obrar, qué la llevó a ser una santa. Así que me puse a investigar...
Para ese entonces yo creía ser una simple reencarnación de Santa Lucía, pero luego me entero de que ella es una Maestra espiritual, es decir, un fractal mío ascendido (esto significa que se encuentra en una dimensión superior a la mía). Una es parte, en esencia, de la otra, pero cada una vive en su dimensión. Por supuesto que sólo estoy en la tercera dimensión y ella más arriba, pero no por eso desconectadas una de la otra.
 En esa misma época empecé a comprar piedras semi preciosas y realizar meditaciones casi diarias para conectarme conmigo misma y saber quién soy, en esencia, por supuesto. Porque a la Gisele de la 3 D la conozco bastante bien (esta soy yo en esta vida).
Poco a poco fui leyendo todo, absolutamente todo lo que me daba curiosidad, y vaya que soy muy curiosa. Leí El libro de los Espíritus, sobre las propiedades de las piedras, sobre los ángeles y arcángeles, sobre todo lo relacionado con la espiritualidad y seres de luz fuera de la 3D (extraterrestre como bien le decimos).
 Me cansé de ver siempre lo mismo en este grupo, y comencé a buscar otros a través de facebook para satisfacer mi curiosidad. Me fui con esto, al grupo de mi primera maestra, una gran alma, muy antigua, que se desempeñaba como angeóloga en esta encarnación. Allí, con su tutela, aprendí más sobre los rayos de Dios y los seres de luz que representan cada escalafón.
Para ese entonces ya estaba aprendiendo sobre cómo manejar mi energía con el primer nivel de Reiki Usui.
 Debo aclarar, que desde hace un par de años, y sin saberlo, toda la energía que no circulaba bien por mis Chakras se acumulaban en mis piernas causándome una comezón que terminaba en lastimaduras, o bien se acumulaban en mi cervical provocándome prolongados dolores de cabeza. Hasta que entendí qué era lo que sucedía, lo sufrí bastante. Y aún me sucede, pero ahora sé cómo canalizar toda esa energía hacia la Madre Tierra trasmutándola para el mayor bien, es decir, que esa energía estancada se recicla en la Tierra.
 Aprendí también a liberar la energía estancada de mis Chakras con algunos ejercicios, meditación y con reiki del primer nivel. Para ese entonces, sólo utilizaba ChoKuRei (primer símbolo reiki) para todo. Lo usaba para sanar, para protección, para meditación, para algún evento que debiera salir bien... Era mi condimento predilecto en mi accionar, junto con los cinco principios del reiki Usui.
Cuando ya aprendí a satisfacer mi curiosidad y a manejar un poco más el flujo de mi energía, decidí buscar algo más... No sabía qué, pero me sentía subiendo una escalera, iba escalón por escalón, y muchas veces con mi ansiedad, me quería saltear varios, pero temía caerme de espaldas por el apuro…
 Fue en ese momento que conocí a mi segunda maestra, por supuesto mucho más despierta que yo. Ella venía hace años realizando trabajos planetarios para la ascensión, para el despertar espiritual que muchos estábamos recién intentando trabajar.
 Cada vez que leía algo que me picaba de curiosidad, cada vez que descubría algo nuevo en mí, iba y las molestaba con mensajes tras mensajes, consultas tras consultas. Pobres ¡me han tenido una paciencia grandísima!
 Mi despertar espiritual para entonces, recién estaba comenzando. Como bien se dice, mi carrera estaba a punto de largada.
 Leí en varios blogs de internet, y canalizaciones de maestros ascendidos, que desde los 80`s se iban a ir produciendo olas masivas de despertares, me refiero a personas como yo que curiosas y dispuestas van a acercándose poco a poco a su propio corazón y origen en sí mismos, por supuesto me sentía una de estas almas. Porque todos somos Uno y venimos de la misma Fuente, pero reencarnados en la Tierra (Gaia) no lo recordamos. Simplemente tenemos un reseteo con el que debemos trabajar paso a paso.
 Me sentía distinta, se me veía muy distinta, y hasta a algunos nos les gustaba mi nueva personalidad. Lo que sucede es que, como dice la metáfora, para limpiar el estanque se debe revolver todo lo que allí se encuentra. Y mi estanque emocional estaba muy revuelto. Todo lo que creía que yo era, todo lo que sentía real, todo lo que sabía, sólo estaba configurado de modo erróneo y necesitaba una sutil actualización de datos. Sí, igual que una PC.
 Salía por las calles, caminaba como quien guarda un gran secreto, ¡y el brillo en sus ojos lo delata! ¡Yo había sido Santa Lucía! Caminaba como flotando en el aire, porque la atmósfera ahora era distinta para mí. Ya no era el mismo aire que respiraba. ¡Y no lo podía decir! ¡A nadie, en absoluto! No era algo que simplemente se publica en tu historia de las redes sociales…
 Conocía otros personajes famosos de la historia reencarnados como simples personas que pasan desapercibidos, humildes en su habitar diario, y me decía: si ellos no lo gritan al mundo, yo tampoco debería revelar mi identidad. Debe ser peligroso. Podría ser una amenaza para lo que es conocido (con esto me refiero a lo que se cree que es verdad por fuentes religiosas).
 Intenté contarle mi secreto a la familia, pero no me iban a creer más que loca de atar. Traté de contárselo a mis amigas, pero siempre algo me lo impedía. Y era muy evidente que no debía ser así, pues si debería ser así, simplemente hubiera sucedido.
 Algo que me repetía constantemente mi maestra era que los tiempos siempre son perfectos, es decir, son cuando deben ser. Y no tenía por qué apurarlos. Entonces, y después de unas cuantas semanas con esta actitud de desconcierto, asombro y secreto, pude relajarme. Entendí que sólo era una información, no lo que soy ahora. Pero aun así, debía asumir que era parte de mí y de mi aprendizaje hacia la evolución personal.
 Así, comencé a utilizar la apertura de mis registros akhásicos para saber más sobre mis otras vidas. Como bien dije soy extremadamente curiosa, a veces al punto de la obsesión, pero también me fui dando cuenta que era información valiosa, y por supuesto me gustaba recordar. No era mucho lo que podía ver o escuchar en mis registros de vida por la poca practica que tenía, pero aun así me conformaba. Elegí ser más paciente…
 Quise indagar un poco más sobre mi querida Lucía, y pude ver en sus/mis recuerdos cuánto le gustaban las flores, y caminar en campos repletos de ellas. Amaba olerlas y tenerlas cerca a diario. También disfrutaba la música, y esto es algo que nos acompaña encarnación tras encarnación, ya que decidí desde el 2005 que enseñar música sería mi primera profesión como maestra en esta vida.
Tengo un breve recuerdo, como una foto en movimiento de Lucía caminando por un campo, colina abajo, lleno de flores y pastos altos, y ella en su caminar con la mano tocando a su paso todas las hierbas y frenando a oler las flores.
 En su humildad, que se notaba tanto en sus vestimentas como en sus bellos ojos color marrón claro, ayudaba con amor y dedicación a quien pudiese y con los recursos que tuviese a mano, haciendo lo imposible para lograr su primordial objetivo que era dar amor.
Ella no hacía distinción entre ancianos, niños, mujeres y mascotas. Su amor incondicional por ayudar a sus pares era enorme como el sol. También tengo un recuerdo de ella ayudando a alimentar un señor ya entrado bastante de edad y con ceguera total. Le servía de su plato y le daba una humilde pero no menos deliciosa sopa en sus propios labios.
 Todas las mañanas temprano, salía de su hogar, se despedía de su madre y caminaba por los campos, atravesando incluso algunas pequeñas colinas, para llegar a un pequeño y humilde pueblo y allí poder servir con suma dedicación. Esto fue en su edad ya más adulta.
 Un día, siempre aclaro que es en la apertura de mis registros, pero esta vez fue en una meditación, me mostró dos episodios que podrían ser para mí un poco traumáticos si los viera desde otra perspectiva, pero de la manera que me los mostró, sólo puedo ver allí amor.
 El primero episodio que me dejó ver fue la noche que la quisieron llevar a un burdel para que profanaran su cuerpo, por supuesto que como cuenta la historia de la iglesia, no la pudieron trasladar. Ella ese día me mostró qué pasó en realidad. Lo que me mostró fue lo siguiente:
Estaba Lucía arrodillada en el suelo, atada con sogas, muy triste y dolida por un largo día de torturas mayormente psicológicas, y habiendo pedido ayuda a los ángeles, éstos hermosos seres de luz simplemente acudieron a su llamado sosteniéndola justo allí con su poderosa luz, como un ancla en el suelo. Pude ver cómo esa luz dorada e intensa, como un gran campo de fuerza, por supuesto invisible para los que allí se encontraban (por ser de otra dimensión), la sostenía inmóvil armando un domo energético dorado. Era de noche y pude ver intensificada esta energía atravesando las paredes del lugar sombrío, sucio, con paja en el suelo y un puñado de guardias desconcertados al no poder cumplir su acometido.
 El segundo episodio que me mostró fue cuando le cortaron la garganta. Así, y en simples palabras suena espantoso, pero ella fue muy dulce al mostrarme otra perspectiva…
Me mostró cómo atada por completo a un poste de madera, le cortaban con un filo brillante su blanco cuello. Pero eso no fue todo lo que vi. Si no que ella me mostró como la Madre María (conocida como la Virgen María por la religión) estuvo a su lado en todo momento y cómo de su apertura en la garganta brotó una rosa roja etérica (es decir que no se podía ver en la vista convencional, o mejor dicho en la tercera dimensión en la que aún vivimos). Desde ese momento, Santa Lucía se unió por su sacrificio y dedicación amorosa a la conocida "Hermandad de la Rosa", iniciada por María en las épocas conocidas como el nacimiento de Jesús (Sananda).
También me mostró en una breve imagen de cómo su madre lloraba en su humilde tumba marcada tan sólo con una modesta roca, junto a un grupo de personas, éstas eran las que habitualmente ella ayudaba, humildes campesinos en su mayoría.
 Con el paso de los meses, y desde mis primeros recuerdos incluso un par de años, al descubrir todas las realidades vividas con tristezas y apegos, fui aprendiendo poco a poco a sanar.
 Vi en aquellos recuerdos “raros” y tristes una luz de aprendizaje en este largo camino trascendido encarnación tras encarnación en mi amada Gaia. Ojo!... Sigo aprendiendo, y es para eso que vine en primera instancia en la época de Lemuria. Pero también ha sido fuertemente marcado mi aprendizaje con la ayuda energética que he podido aportar a mi amada Tierra. En esta vida con ayuda de mis Maestros, Guías y Ángeles asignados canalicé una de las muchas maneras que existen de trabajar con la energía cristal arcoíris, y eso me hizo muy feliz porque ese fue mi pequeño aporte en esta ola de ascensión que va llegando a su fin…
Atte. Gisele Salgado y Shindava de Arcturus.



CAPÍTULO 6
 Y desde el capítulo 5, comenzó todo un gran proceso de cambios en mí... en apariencia cambios, pero en realidad era volver a unirme a mi propia escencia, abandonando, soltando, desconfigurado en mí creencia, saberes, etiquetas y más. Leyendo todo en cuanto me daba curiosidad, desde temas espirituales hasta sobre la ciencia que estudia la energía: la cimática.
 Cuando comencé en el 2019 a canalizar la energía cristal arcoiris para luego difundirla de forma libre y gratuita, lo hice con un impulso de rechazo a una red paga que se habia generado desde Argentina al mundo, donde no podías tener acceso a esta enseñanza si no pagabas la suma de dinero que estaba premeditado por la persona fundadora de esta red.
  Al principio me molesté, no lo voy a negar. Por qué algo que es universalmente para todos tiene que ser pago? En fin, luego una amiga me dijo que si no me gustaba, que hiciera algo al respecto. Y así lo hice. Porque cada uno en su libre albedrío puede hacer a su manera, y esta fue la mía para poder dar acceso a una enseñanza ancestral, que según mis recuerdos comienza en Lemuria. 
   Por ese motivo en las primeras canalizaciónes intervino, y me ha guiado, mi fractal Kintara de Lemuria y Shindava de Arcturus.
   Al poder subir este contenido a las redes, decidí ir haciendo algunas aclaraciones de cuestiones que tienen que ver con la utilización de este sistema cuántico, que al principio lo nombraba sistema reiki para que resultase ser más familiar a las personas. Pero con el tiempo me fui dando cuenta que no había cabida en llamarlo reiki ya que no utiliza en sí mismo símbolos, ni tiene niveles de aprendizaje, y es muy superior en nivel energético a la quinta dimensión del reiki.
    Entonces todo fue tomando forma poco a poco. Y hasta el día de hoy lo sigue haciendo, porque es como un camino este sistema, aún cuando ya pasé por una parte del recorrido puedo lograr ver cosas nuevas e interesantes que se pueden ir agregando. Pero la base ya está publicada, y está escrita tanto en las redes como subida en video de Youtube para que cualquier persona en el mundo, sin importar el idioma que hable lo pueda traducir y aprender.
     Volviendo a mi propia transformación, he pasado de todo, y muchas fases muy muy rápido. Y con el tiempo y en retrospectiva se puede apreciar el conjunto de aprendizajes asumidos.
      Por ejemplo, dejé atrás a mis dos primeras maestras, aunque en realidad ellas me cerraron sus puertas sin un motivo aparente... Pero ahora logro ver que era su manera de dejarme avanzar sin depender de ellas para ser mi propia maestra en este proceso.
      He seguido a muchas personas por su aparente conocimiento o sabiduría, y ahora sólo sigo a un puñado de ellas, porque el tiempo saca las máscaras, aclara las separaciones y la diferencia de opiniones... Y la verdadera escencia de cada Ser se nota con el paso de los meses.
 También, otra cosa importante que te muestra el tiempo, es que cada vez que lees algo, o ves un video, tienes que tomar la información con "pinzas", es decir, que todo lo que dice la otra persona puede ser más bien un producto de su propia realidad, en especial si las palabras de esa persona son incongruentes o tienen un tinte de enojo, porque desde esas perspectivas se logra ver que lo que dice a nombre de la espiritualidad o de algún guía es meramente su opinión personal.
  Yo por ejemplo no canalizo a nadie más que a Santa Lucía, porque sólo puedo hablar por ella, o mejor dicho, ella puede hablar a través de mí por ser fractales. Y si bien mis guías y maestros me han pedido que publique algunos temas específicos y meditaciones, lo hago a su petición pero no a su nombre, ya que es un trabajo en conjunto para apoyar el aprendizaje de todo aquel posible.
   Nada es fácil al principio, y es muy fácil encontrar culpables fuera de uno, pero, y sólo cuando, logras ver todo lo que sucede a tu alrededor con una "perspectiva más elevada", con amor, como un gran aprendizaje donde tú y sólo tú eres el dueño de tus propias elecciones, tanto en tu accionar o en tus respuestas, allí es donde tu mirada al mundo comienza a cambiar.
    Hace poco leí que la ascención es como una gran escalera, que a demás de poseer peldaños tiene entre medio otros mini escalones que son los que tomamos con cada decisión, con cada acción de aprendizaje, sin importar el resultado, sólo por el simple hecho de aprender algo y avanzar.
     Y me pareció muy coherente verlo de esa manera, ya que al fin y al cabo ascender es metafóricamente como subir una escalera, pero en energía, en conciencia, en amor y unidad.
     Por otro lado, no hablo de mi familia por respeto a ellos, porque les costó mucho ver la posición en la que me encuentro. Les ha resultado muy difícil verme en esta situación de exposición pública espiritual, del lado del duro despertar de la conciencia, recordando vidas pasadas y hasta la escencia de mi propio Ser fuera de la cotidiana 3D.
     Y todo lo que respecta a mi vida personal, de una manera y otra los involucra directamente, así que preferí evitar las molestias.
     En cuanto al "duro despertar" y los sacudones de la vida que me llevaron a donde estoy ahora, me hicieron más fuerte: dejando el miedo atrás... Especialmente desde que empecé a publicar sobre mi relación directa con Santa Lucía (yo me temía una "cacería de brujas), pero no fue, evidentemente porque era el momento preciso para decirlo a viva voz.
     También, al conectarme con mi escencia, pude trabajar en mi conexión a la sabiduría ancestral desde Lemuria hasta el presente. Desde la energía de los cristales, la energía cristal arcoiris, la conexión con Gaia y los miedos más profundos y lazos que debía cortar para mi bien. Hasta cómo conectarme con las personas para trasmitir conocimiento (según su conciencia y vibración), algo realmente difícil a veces.
      Descubrí con el tiempo que después de cada sacudón viene inevitablemente una recompensa en aprendizaje. Y nada es inmediato. Todo se logra ver con claridad al paso del tiempo. Pero ya la conciencia no lo guarda en un archivero, sino que lo deja al alcance de la mano para cualquier eventualidad.
      Ahora todo está realmente acelerado. Lo puedo sentir hasta en el cuerpo físico. Como si cada mes fueran unos años, y en todo sentido, porque no sólo se nota en las canas y en la vista que se pone más borrosa, sino también en la capacidad que tengo de absorber conocimiento energético y recordar cosas que usé en otras vidas y están al alcance de mi mano otra vez. Es como si se desbloquearan niveles rápidamente, ganando elementos prácticos para el uso diario (y planetario) a cada momento.
       En fin, pareciera que falta muy poco para que sea el principio del fin (3D vs 5D) si es que ya no estamos en eso ... Todo acelerado, todos de limpiezas, todas las piezas alineándose en el tablero para el comienzo de una nueva Era donde no se repetirá la misma historia, sino que la dejaremos atrás para comenzar de nuevo, pero esta vez más sabios y siendo Uno.
        Las mentiras se revelan, la separación deja de existir, el tiempo no es, y cada quien va tomando su posición de acuerdo a su plan de vida... Y así debe ser... Así se pactó antes de venir...
         Agradezco a todos por ser y estar! Por ser cada uno desde su "rinconcito del mundo" un bello faro. Y esta luz será muy necesaria para cuando la transición se complete. Así que no dejes nunca de Ser Tú! De Ser tu propio brillo!!! Sólo Sé!!
         Atte. Gisele Salgado.


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